Allí se reunieron cientos de gaiteiros y recibimos un homenaje muy emotivo a nuestra familia. Fue una gran alegría poder compartir con nuestros amigos y vecinos de Arzúa, y con todos los gaiteiros que hasta allí se acercaron, la pasión por la gaita y el deseo de conservar, potenciar y divulgar la música tradicional gallega.

Para nosotros recibir este homenaje y poder celebrar esta fiesta de la gaita con tantos gaiteiros y amigos fue también un gran premio, con un valor y una estima muy especial para nosotros, que nunca olvidaremos.